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viernes, 18 de diciembre de 2009

Crisis economica y explotacion infantil

Oliver Twist, de Charles Dickens cuenta las peripecias que debe afrontar un chico golpeado por la realidad inglesa durante el proceso de industrialización. Llama la atención a sus lectores sobre varios males sociales de la época, como el trabajo infantil o la utilización de niños para cometer delitos. A pesar que fue escrito hacia fines de la década del ´30 durante el siglo XIX posee una gran actualidad.

Según el INDEC (y su poca credibilidad), el 6,5 % (193.095) de los niños de entre 5 y 13 años de la Argentina trabaja. La cifra en los adolescentes de entre 14 y 17 años se incrementa hasta el 20,1 por ciento (263.112). Aunque según la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti), y UNIEF se calcula que en nuestro país trabajan 1.500.000 niños aumentando en un 500 % en la ultima década (En 1998 los niños que trabajaban eran 250,000). Muy lejos del índice oficial. Siendo un claro ejemplo de intento de manipular la realidad en post de un ficticio bienestar social.
A estas alarmantes cifras hay que sumarle que el 25 por ciento de los adolescentes trabajadores no asiste a la escuela; en las zonas rurales ese porcentaje llega al 62 por ciento, generando una sociedad fuera del sistema educativo formal y profundizando los bolsones de pobreza que azotan nuestras ciudades.
La mayoría de la gente ignora cuántos niños trabajan en la Argentina, cuántos mueren por año, cuántos padecen desnutrición e incluso cuál es la principal causa de muerte para los más chicos
La recesión económica está afectando los avances que se habían logrado en la lucha contra el trabajo infantil en América Latina.
Los Oliver Twist de la actualidad los encontramos trabajando dentro de una mina buscando zafiros en Madagascar, de los 21.000 mil niños que viven en la región, 19.000 trabajan con sus familias.
O en la India, donde niños pobres fabrican los balones de fútbol con los que juegan otros y lo mismo pasa en China con las decoraciones navideñas y en Colombia y América Central con el café que se exporta al resto del mundo.
Una realidad generada para mantener márgenes de rentabilidad alto y bajos costos, generada para que disfrutemos del conformismo en la comodidad del hogar, generada para que ignoremos lo que oculta ese producto del bienestar.
El desconocimiento de la realidad imperante nos dice que nada pasa, y si algo sucede es lejos de nuestro alcance, no vemos como trabajo a los chicos en carros por el centro de nuestra ciudad o un gurí cambiando figuritas por monedas, esa postal se convirtió en algo cotidiano y por ello no le prestamos la menor importancia.
Ese pibe que a las once de la noche te pide un trago de gaseosa esta pidiendo mucho mas que eso, pide que le devuelvan la alegría y los juegos de la infancia, esta reclamando un poco de justicia social, un poco de respeto.
Esos son los nuevos Oliver Twist, esos son los “ejércitos de esclavos de la globalización”.

Palacio, Alejandro Juan José
rusoconcordience@hotmail.com
PD: “…morir queriendo ser libre…”

Base de datos: www.politolia.wordpress.com

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 18 (nov 2009)

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