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miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿Balance o balanza?


Se va el 2007. Se termina el año. Y en esta abstracción temporal que a menudo hacemos (todos los fines de año) el pensamiento hegemónico nos enseña, nos acostumbra, nos impone la realización de un balance. A veces hasta de manera inconsciente, aunque no queramos, realizamos un reconto, un cálculo tal vez de lo que fueron los últimos 365 días. Lo que hicimos, lo que queda pendiente, lo que salió mal, lo que salió bien, lo que no salió. La enciclopedia nos dice que balance es el estado de la situación de una entidad en un momento determinado; y la realidad de mercado en la que vivimos nos impone esta palabrita como ejercicio para ver como anduvo nuestro propio ombligo. Si creció, si se escondió, si es más grande que el año pasado. Porque todos estos cálculos y juicios nos lo hacemos a nosotros mismos, de manera urgente y comparativa, coyuntural y exitista, sin tener en cuenta la mayoría de las veces el proceso en el que está inserto. Por esta razón balance se opone a autocrítica, o a introspección, las cuales van cargadas del análisis, de la reflexión, del contexto en el que estuvo y también estará nuestra práctica cotidiana. Podríamos hacer un balance (pequeño quizá) de lo que es el suplemento que estás leyendo y que nació este año. Un recuento (siempre e inevitablemente tendencioso) de lo que fueron los lazos construidos desde este lugar. Y si bien las palabras balance y balanza tiene un origen común, los panzaverdes preferimos, en vez de hacer un balance, subirnos a una balanza. Subirnos a la balanza con la realidad actual y medirnos cara a cara con ella (nada menos). ¿Cómo estamos parados? ¿resistimos sus embates? ¿estamos logrando construir? ¿se genera un espacio? ¿hay incidencia? De un lado de la balanza nuestros miligramos no llegan a mover las toneladas de una áspera realidad que impone el poder. Pero estos miligramos, que sin apuro pero con firmeza prometen ser gramos, son puros en trabajo, solidaridad, compañerismo, paciencia y reivindicación de y desde lo popular. Los vendedores de la revista, los colaboradores que número tras número le van poniendo el pulmón, los muchos amigos que se prestan para una nota, los intercambios con los muchachos de la Unidad Penal Nº 3, los amigos murgueros y talleristas de los barrios, la valiosísima conformación de la Red Regional de Revistas de Calle junto a Barriletes, La Pulseada y La Búsqueda y los trabajosos proyectos de los talleres en conjunto que planteamos como red arrancarle al gran árbol del Estado, todo esto y muchas más son los miligramos que reúne nuestro plato de la balanza. Miligramos que continúan allí, concienzudamente, por más que el año termine y empiece otro, haciendo mucha fuerza. Porque ¿qué pasa del otro lado de la balanza? ¿Qué se logra ver en el otro plato? Una realidad en carne viva que propone cerrar el año con lucecitas de colores y papelitos. Y con mucho alcohol si es posible, así nos olvidamos de todo. Se logra ver un escenario donde el 1º de enero correrán el telón para presentar la misma obra continuada y, de nuevo ¡con los mismos actores! Se logra ver una continuidad en la política de paños fríos, de cooptación al servicio del control, de hacer como si, y de aflojar la cuerda para que el ahorcado no pegue el manotazo. Y fatalmente (o planificadamente) dentro de esa continuidad están en escena los reclamos por despidos, un 40 % de la población empobrecida, las protestas por falta de trabajo, están las escuelas que se caen y los abuelos que se mueren de una gripe; los mas de diez mil pibes encerrados, los miles de presos sin condena y mas masacres de Quilmes; continúan los gatillos fácil, los medios y su parafernalia al servicio del engaño, la desnutrición, la problemática que sufren los pobladores originarios del Chaco y el afano de tierras a los mapuches; sigue el saqueo del petróleo y de las minas, la falta de vivienda y la explosión de mas y mas villas miserias, los gurises que mueren electrocutados por rejas y las rejas que separan a los que más tienen de los que fueron despojados de casi todo, y la persistente justificación institucional de todo esto y mucho más. Ante esta escena nuestro platillo de la balanza parece casi no existir. Pero también ante esta escena nuestro peso se proyecta, no sin esfuerzo, intentando llegar a ser gramos y más gramos, hasta ser kilos y más kilos que disputen la medida -con tiempo y organización determinados, claro-. Este sistema de ordenación de nuestra vida marcado por el capitalismo e impuesto por una minoría mundial es el que poco a poco va generando más contradicciones en su contra. Nuestro trabajo también es poner en evidencia esas contradicciones y socavarlas aún más, también desde esta humilde y constante revista, hasta volverlas incontrolables, proponiendo a la par nuestro parecer, amontonando mas y mas gramos de esfuerzo, de organización, de cooperación, de denuncia, de participación y de debate acerca de que tipo de sociedad es la que queremos vivir y como construirla. Porque aunque por algunos momentos parezca una utopía o una causa perdida, sea año nuevo o año viejo Panza Verde seguirá apostando todas las fichas y poniendo toda la carne en la parrilla.

Sebastián Pittavino

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 5 (Dic 2007)

Muestras de talleres


Llegamos tarde los panzaverdes, pero estuvimos un rato compartiendo con los gurises y gurisas. El día viernes 7 de diciembre de 2007 se realizó en la Plaza 25 de Mayo, la segunda muestra de talleres que se llevan a cabo en Zona Sur de nuestra Ciudad (Carretera La Cruz. Barrio Gruta de Lourdes, Tiro Federal, entre otros) junto con los talleres que desarrollan A.P.I.M.A, Esc. Nº 50, Escuela Especial nº 25 de Sordos e Hipoacúsicos y Casa de los Gurises.
Allí no sólo se pudo apreciar el trabajo realizado durante el año de los chicos, chicas y adolescentes que concurren a dichos talleres: trabajos realizados en madera, cuadros, carteras, ropa para bebés y niños, adornos de porcelana fría, entre otras cosas, sino también el entusiasmo y la alegría que compartían estos niños y niñas al poder mostrar a otros la propia producción. Nuestro saludo y apoyo para los gurises y profes que desarrollan los talleres. Es una cuenta pendiente del suplemento para el año que entra lograr un mejor contacto con los chicos que desarrollan estas actividades.

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 5 (Dic 2007)

Mucho mas que dos años


“Yo no me imagino a Cajade al lado de Von Wernich. Son visiones de la vida opuestas”, nos dice uno de los abogados que acusó al ex capellán por delitos de lesa humanidad. Ambos miembros de la Iglesia conviven en las páginas de esta revista, pero queda claro que no comparten nada. A dos años de la muerte de Carlitos, sus amigos lo homenajearon multiplicando su lucha con trabajo solidario. Von Wernich, en cambio, terminará sus días en prisión, condenado por participar de un genocidio.

A dos años del 22. A dos años del dolor de no estar, estuviste y estuvimos en las dos casillas a recuperar por emprendimiento social del Hogar; a pico y pala, para mejorarlas y recobrar la alegría de luchar, despertar del largo duelo de tu muerte, y vivir como viviste, construyendo.


Aquel 20 de octubre iba a llover. Lo decía el Weather Channel y cada servicio informativo de los noticieros. La jornada solidaria que comenzaría a las 9 de la mañana y duraría hasta las 5 de la tarde se suspendería “hasta el próximo fin de semana con buen tiempo”, según rezaba el folleto de actividades del segundo año que se cumplía sin Cajade.
Sin embargo, aquel 20 de octubre en cada casita, comedor y hogar, se puso la pava sobre el fuego a las 8.30: El solazo iluminó las dudas. ¿Sería otra vez Carlitos allá, con línea directa a San Pedro, el que corrió las nubes?
Y fue nomás la jornada solidaria en donde, al unísono, en cada barrio en el que el Hogar tiene un emprendimiento social desembarcaron los camiones con materiales de construcción, las manos hacendosas, las palas, fratachos, escobas y pinceles.
Aquel 20 de octubre se hablaba del brutal asesinato de tres policías en la calle 630 del barrio Aeropuerto, a unos metros del comedor del Hogar, a unas cuadras de la Casa de los Niños, a pocas de las casillas a recuperar en los predios en los que “sólo hay campo”, según los informes noticiosos con paneos desde helicópteros, por las afueras de La Plata. Todos los medios repetían aquella noticia. Pero nada decían del aniversario de la muerte del cura que fue la excusa para que muchos lo conocieran por sus prácticas o para que lo recordaran haciendo, y para que en esas pocas casillas se pudiera vivir un poco mejor.
Dos casillas por emprendimiento fueron las que se renovaron con la ayuda de todos. Techos, contrapisos, césped, sonrisas, mocos y críos jugando junto a las palas y baldes.
Extrañas formas cobran las paredes, malezas vueltas sueños: para algunos se limitan a la compra como un fin en sí mismo, al valor de cambio y no de uso; a lo que representa y no a lo que es. Para otros, basta con el valor de uso. Con el techo sin importar sus tejas, con un contrapiso sin importar su lustroso material importado de algún lugar que nunca conoció. Este valor, el único que cuenta para las mentes sensatas, es el que tomaron las casillas en los barrios en los que desde hace décadas trabaja el Hogar de Cajade.
Sueños pequeños dirán algunos, eso de arreglar algunas casillas... Quién sabe tengan razón. Sueños dignos, dirán otros, esos que ganaron no sólo un techo o un contrapiso, sino mejores condiciones sanitarias, reparo en los días de frío y lluvia, orgullo por el trabajo terminado entre todos e imposible de a uno.
“No soy un tipo de tirar esperanza por tirar esperanza”, había dicho Carlitos Cajade tras la Marcha del Movimiento de los Chicos del Pueblo a la Quiaca, en septiembre de 2001. “Pero yo veo en este momento el despertar de un nuevo país. Estoy seguro, es como cuando... ¿vieron ese silencio que se arma cuando están por venir las grandes lluvias? Esa sensación siento yo, que viene un nuevo país, ojala. No tenemos que dejar de soñar otro tiempo porque el día que nos maten los sueños, nos mataron”.

Verona DEMAESTRI
(La Pulseada, La Plata)

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 5 (Dic 2007)

Yo opino...


Que la Argentina necesita un cambio de raíz en nuestra situación política. Que se termine de una vez por todas con la monotonía de los partidos políticos que siempre prometen y practican una demagogia total sin pensar que de ellos dependen millones de personas que los votan por sus promesas y demás cosas que hacen antes de las elecciones y, una vez en el poder, no se acuerdan de nadie. Siempre radicales y peronistas, pero nosotros seguimos igual. Piensan solamente en sus bolsillos.
Para mí el cambio que este país necesita es empezar un camino hacia el socialismo. Con un gobierno con más participación del pueblo, donde no existan clases sociales, para que de una vez por todas termine la desocupación, el hambre, el mal estado de los edificios públicos (hospitales y escuelas). Así de una vez por todas se termine la aristocracia. ¿Porqué nosotros tenemos necesidades mientras ellos que están en el poder siguen sin ningún problema?
El capitalismo como sistema político-económico no nos beneficia en nada. Solamente es un acumulador de poder adquisitivo para sí mismo y nada más. En cambio con el socialismo todo lo administraríamos con el Estado: los ferrocarriles, el petróleo, el gas y demás recursos naturales, etc. que hoy están en manos extranjeras y no podemos disfrutar de lo producido. Esto es totalmente inaudito, hay cada vez más gente pobre que rica. A esto lleva el capitalismo, y tiene que terminar. Yo quiero al socialismo bien ejercido, porque así habría mucha más equidad y menos discriminación. Hay que pensar bien lo que queremos. No podemos seguir viendo que el país se nos va y no hacer nada. Yo creo que con el socialismo lo podemos lograr. Una forma de gobierno con más participación de parte de los ciudadanos es lo ideal para salir adelante todos juntos, como argentinos que somos. Hay que terminar con la mediocridad y concientizarnos de que es posible un país mejor colaborando desde nuestros lugares.
Esta es mi opinión y sería muy grato para mí que el lector la comparta conmigo y reflexione acerca de nuestro porvenir.

Juan Miño, 16 años
Barrio Gruta de Lourdes

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 5 (Dic 2007)