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miércoles, 5 de agosto de 2009

La verguenza televisada


Hay muchas personas que explotan a los chicos y con ello obtienen un beneficio económico, pero no todos poseen la impunidad que brinda el armado de un programa televisivo, el tiempo paso y nada dejo, ahora a sentarnos a espera otra vergüenza televisada.

Llego Tinelli y con el otra vez la vergüenza ajena y ese sin sabor que deja cada emisión de su irrecuperable programa de ¿humor?
La ambición no tiene límites, eso es algo que entristece los corazones y castiga el sentido común y el libre pensamiento, con la idea absurda de innovar su programa televisivo no mide escrúpulos en ver en cada fase de la vida la oportunidad de hacer y generar grandes ingresos a una ya abultada cuenta bancaria.
Al menos por ahora no comenzó con el mal gusto de mostrar mujeres semi-desnudas enseñando a hacer una felación en canal de aire abierto donde muchos chicos ven ese programa, o las discusiones de un alto nivel intelectual acerca de un puntaje a un baile; por ahora se contento haciendo campaña para el PRO (cosa que había hecho con Menem días previos a la reelección) y afirmar que estaba educando al pueblo en política ¿? con su “Gran Cuñado”, por estos días se mantiene haciendo presentaciones de pseudos humoristas que no generan una sola mueca genuina, pero todo esto hasta es tolerable, aunque hay cosas que superan el propio absurdo. La implementación de un nuevo certamen de baile, esta vez incluidos chicos no genero absolutamente ninguna crítica generalizada.
Que clase de ambicioso y codicioso padre permite que sus hijos sean manipulados y sometidos a extenuantes horas de práctica y estrés, el lugar de esos chicos no esta en un show televisivo que nada les dejara más que dinero a los productores, no; el lugar de ellos esta donde los juegos quedaron vacíos, donde la niñez se perdió.
En cambio se les permitió estar expuesto a algo tan vació y desalmado como un programa televiso. Que clase de persona le dice a un chico de no más de 12 años, “…sos muy sexy…”, “…estuviste muy sensual…”; ese tipo de cosas deben quedar en la intimidad de una pareja y no ser punto de partida para hacer una critica de un baile de un gurí.
Ahora pensemos por un momento en esta situación; una persona tiene un escenario donde hay un público que grita y se enloquece por el baile “sensual” de un chico y chica de 10 años, este escenario esta montado con luces que siguen una coreografía, continuemos con el juego de imaginación y pensemos que estos chicos tienen que bailar en altas horas de la noche y que son obligados a hacer esto por sus padres, pero no pensemos que es un show televiso, y que esa persona es Tinelli sino un tipo cualquiera que cobra una entrada para que el publico pueda deleitarse con ese espectáculo, y que no es canal de aire sino un lugar que esta oculto en algún lugar del país y que una cámara oculta muestra esto como explotación infantil.
Seguro la sensación de quienes vean este encuadre hipotético sentirían un gran malestar y hasta asco por las personas que permiten este tipo de abuso. Ahora bien, nadie ha hecho y nadie hará absolutamente nada, esto ya paso y no dejo nada que decir, espere a que alguna voz se alzara durante todo este tiempo pero nada ha pasado, solo el tiempo y con esto el olvido llego, y estoy seguro que al ser redituable esta forma de negocio lo va a repetir una y otra vez hasta el hartazgo y muchos ciudadanos alineados bajo una sola mirada criticaran y se enojaran por los dichos de un jurado sin siquiera ver la explotación que implica exponer a un chico que no termino el ciclo primario para obtener márgenes de rentabilidad económica.

Palacio, Alejandro Juan José
rusoconcordience@hotmail.com

PD: “…morir queriendo ser libre…”

Publicado en Panza Verde Nº 202 (1ª quincena de agosto 2009)