Por una comunicación alternativa y solidaria, se autoriza la reproducción de las notas que aquí se publican citando la fuente completa y comunicando al editor/es; responsable/es, en tanto no se altere el contenido.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Yo opino...


Los aborígenes, estas personas que comúnmente son llamados indios porque cuando Colón llegó a América pensó que había llegado a la India y por ese motivo se les da tal nombre, son los verdaderos dueños del Continente Americano. Los españoles, portugueses, ingleses y diversos países europeos, que vinieron a colonizar con el objeto de incrementar su capital económico, no son más que usurpadores. Quienes inculcaron sus hábitos, costumbres, e incluso obligaron a creer en su dios católico, no son mas que tiranos que se apoderaron sin ninguna potestad de tierras que no les pertenecían de ninguna manera. Es más, encima tenemos que agradecerles por habernos civilizado.
Los aborígenes creyeron que los españoles eran dioses porque jamás habían interactuado con personas tan diferentes, son los verdaderos y únicos propietarios de estas tierras en las cuales nosotros vivimos y, como tales debemos respetarles. Por ejemplo no insinuando, cuando alguna persona tiene algún comportamiento fuera de lo común, se lo llame “indio”. ¿Por qué hacer semejante calificación siendo que los aborígenes son muy coherentes con su civilización? Y si tienen un comportamiento extraño para con nosotros es porque tenemos una cultura cien por ciento diferente a la suya. Pero enseguida lo juzgamos como algo inmoral. Si tienen una religión diferente, hay que respetar su condición espiritual porque cada uno es libre de elegir que creer. Yo en particular creo en dios, pero me molestaría de muy mala forma si alguien quiere cambiarme y debe de haber sido la misma cólera que experimentan ellos desde hace 5 siglos.
Hoy en día ellos son brutalmente discriminados por todas las personas. ¿Qué clase de persona es la que no respeta al prójimo tal como es? Solamente un inculto, un inescrupuloso que sólo piensa que la dignidad está en los bienes materiales. La corruptibilidad lo hizo al hombre europeo avaro, soberbio, alguien que sólo piensa en sí mismo y en su bolsillo. En cambio el aborigen no es envidioso, comparte con su gente y así lo ha ido haciendo desde hace siglos.
En la propia Constitución Argentina se defiende a los aborígenes en el artículo nº 75 inciso 17, pero tampoco se respeta la ley.
Estas palabras que escribí son para que reflexionemos acerca de estos pueblos que sufren el flagelo de la discriminación de nuestra sociedad y para que los respetemos tal y como son, porque de ellos también es América y desde siempre.

Juan Miño (16 años)
Barrio Gruta de Lourdes

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 4 (Nov 2007)

No hay comentarios:

Publicar un comentario