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viernes, 12 de junio de 2009

¿La dicha de sentirse pibe?


Los índices dictan que la mejora social es evidente aunque solo basta ver a través de una ventana para saber que esos datos son ficticios. Hoy las escuelas se convirtieron en comedores y pasa a segundo plano la labor de enseñanza.

En la ciudad de Concordia la realidad golpea duro y se manifiesta de variadas formas. La desatención sanitaria, la falta de viviendas dignas y entre otras la falta de empleo genuino.
Estas cuestiones tienen consecuencias diversas, por ejemplo la falta de empleo hace que necesidades tan básicas como el alimento se convierta en una mochila muy pesada sobre los hombros de los líderes de familia.
De este modo los comedores escolares vienen a suplir lo que los padres no pueden, transformándose de este modo en un reducto donde los chicos obtienen lo que tranquilamente puede ser su único alimento diario, en total son “…15304 chicos en toda la ciudad, repartidos en las escuelas primarias estatales, privadas estatales y privada, y los CDI municipales…”
Las “…raciones cuestan $462.000 mensuales sin contar a los comedores comunitarios que también dependen de la dirección de Comedores. Estos abren para atender a mujeres embarazadas, ancianos, discapacitados, nuños menores de seis años…”, todo este dinero no alcanza para suplir esta necesidad ya que el almuerzo que se sirve en las escuelas se calcula en tan solo $1.50 por estudiante. No creo que nadie se pueda alimentar dignamente con esa cantidad de dinero.
A esto hay que sumarle que se posee el RAN (refuerzo alimentario nacional) -la tradicional copa de leche- que consiste en un desayuno o merienda calculado en $0.60 por chico.
Al ver esta parte de la realidad es natural pensar que no estamos tan bien como dicen lo índices o que la preocupación mas importante es la “terrible inseguridad” vivida por todos los ciudadanos.
Un gurí con hambre en los bolsillos pierda las ganas de estudiar y aprender, pierde además la sonrisa en los labios y la dicha de sentirse pibe.
La escuela hoy por hoy se convirtió en un comedor, nada más que eso, y seguirá cumpliendo esa premisa que se transformo en primaria hasta que se les devuelva la dignidad del trabajo a los líderes de familias.
Hoy por hoy asistimos a una virulenta campaña mediática que se desliza entre dos temas puntuales, la ola de inseguridad que se expande como una pandemia incurable y la campaña de los distintos partidos políticos interesados en un puesto antes que pensar en una solución genuina y de fondo para modificar la realidad de estos pibes y posibilitarles una digna forma de vida.
Y nosotros? Nos limitamos a mirar y no observar, a escuchar y no oír, a gritar en silencio y de este modo pensamos que todo va a estar mejor a la mañana siguiente…

Fuente de datos: Redes de Noticias. 11-05-09

Palacio, Alejandro Juan José
rusoconcordience@hotmail.com

PD: “…morir queriendo ser libre…”

Publicado en No te calles! Ya los gurises… Nº 16 (jun 2009)

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