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jueves, 26 de marzo de 2009

El changuito critico


CONSUMIÉNDONOS UN
POCO LA CROQUETA
¿Por qué se dejan llevar algunos adolescentes? Música, fútbol, todo ello con "sponsor oficial" y marcas... el mercado se alimenta de sus pasiones y el círculo se va cerrando, pero cada vez más grande, cada vez hay más productos totemizados, y el grupo (que es a través de lo cual conforman su identidad), se define por lo que consume. El mercado es para ellas/os objeto de deseo y el deseo se va construyendo por medio de publicidades. ¿Cuál es el límite? El de muchas/os jóvenes, su poder adquisitivo, el del mercado, el mismo. Si la rebeldía es signo de juventud, ¿por qué se dejan arrear por la vorágine del consumo? El engaño funciona. Ellas/os creen. Ese es también un signo de adolescencia. Y las creencias, la fe, la pasión se despoja de lo racional y hacen su camino. Llenas/os de inestabilidades y miedos adolescentes, van buscando seguridades materiales, reafirmaciones identitaria estéticas, visibles, contundentes. Se únicas/os pero aceptadas/os, ser originales pero verse reflejados. El camino del miedo se hace largo en los pocos años que dura la adolescencia, por eso en grupo se debe pasar un poco mejor. Tal vez simplemente se trate de compartir, contener, compasión; tal vez sólo sea un ejercicio de elongación social: romper con las resistencias, con los límites establecidos por quienes ya perdieron buena parte de su pasión; tal vez el objeto de deseo esté un poco más lejos de lo que muestra el televisor.

Pachamama se machuca
Colectivo para producción de ideas Colaboración: revista Darse Vuelta (Puerto Madryn, Chubut, de la RNRC)

Publicado en No te calles... Ya! Los gurises Nº 15 (Mar 2009)

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